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SALLIQUELÓ

Daniel “El Gallego” Sierra y el secreto de su tradicional pizza

Apasionado de la cocina, tiene más de 20 años al lado del horno del clásico salliquelense “Pizza Express”, nos cuenta el secreto de la especialidad del lugar, la pizza.

Daniel “El Gallego” Sierra y el secreto de su tradicional pizza
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“Preparo el mate”, dice, como buen anfitrión, al sentarnos en una de las mesas del icónico local de la esquina de 25 de Mayo y Alem, en el que llaman la atención gran cantidad de fotos antiguas colgadas de las paredes. Habitualmente, Daniel “El Gallego” Sierra, dueño de Pizza Express, las señala como un testimonio visual cuando se habla de tal o cual personaje, o de algún hecho ocurrido en el pueblo o sus alrededores.

Maestro pizzero de oficio, Daniel nos cuenta un poco de sus inicios en el rubro remontándose a principios de los 90’, cuando junto a un amigo se hicieron cargo de “La Taberna”, un pub del que más de un salliquelense tiene alguna historia para contar.

“Era una época donde se laburaba muchísimo, porque se salía más afuera y el movimiento empezaba temprano, a la tardecita, con el aperitivo, después se salía a cenar, la ida al bar y al boliche después, entonces andaba mucha gente en la calle”, recuerda.

Luego de estar abocado algunos años a otras actividades y haber emprendido en un restorán en la isla de Carhué durante un tiempo, en el año 2001 se mete de lleno en la gastronomía abriendo el pequeño local que estaba ubicado a escasos metros del actual, dando inicio a lo que llamaría “Pizza Express”.

“Empezamos haciendo lo que sabíamos, aunque sabíamos poco”, se sincera Daniel con la sonrisa que lo caracteriza, reconociendo: “yo pizza no había hecho nunca, así que hablé con una prima que tenía una pizzería en Pigüé y me dijo que la visitara. Así que viajé y me tuvo dos o tres días amasando, me hizo un curso intensivo y volví para Salliqueló para arrancar con lo poco que había a mano”.

Dicen que la práctica hace al maestro, aunque para “El Gallego” el amor por la cocina viene de mucho antes, desde pibe, cuando andaba pegado al delantal de su madre. Ella, fue su primera maestra. Y también al de su abuela, que era propietaria en Carhué de un típico salón de los de antaño, donde se acostumbraba a servir platos ricos, caseros y abundantes a todo viajante o vecino que se sentara a la mesa. 

“A mí esto es lo que me gusta, es mi vida. Algunos cuando descansan, leen novelas, revistas de autos, yo agarro libros de recetas y me pongo a cocinar”, dice Daniel, mientras en la mesada prepara un pedido.

Después de algunas anécdotas, ya en confianza y luego de admitir que su plato favorito es la milanesa, le preguntamos cuál era para él el secreto de la pizza, a lo que responde que “no tiene secreto, es harina, agua, levadura, aceite y sal. Va en la mano y en aprender a buscarle la textura, a darle su tiempo para que la masa trabaje”. Aunque aclara: “eso sí, se estira a mano, no con palo, para que conserve la suavidad, el oxígeno y no se rompa el tejido, sino te queda algo duro”.

Con el tiempo y algunos miles de bollos de masa estirados, la pizzería fue creciendo y ampliando su carta con las sugerencias de clientes, se fue transformando y ganando el espacio que ocupa hoy en día, el de un tradicional lugar del centro de la ciudad donde se pueden degustar muchas especialidades, pero, sobre todo, disfrutar de un ambiente cálido donde no falte alguna cerveza fría y una excelente pizza para compartir con amigos.