En agosto, la producción diaria de gas en Argentina alcanzó un récord histórico de 157 millones de metros cúbicos, el nivel más alto registrado en los últimos 117 años, según informó la Secretaría de Energía. Este incremento se debe, en gran medida, a la entrada en operación del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), que conecta Vaca Muerta con Salliqueló, en la provincia de Buenos Aires.
El GPNK permitió inyectar más de 20 millones de metros cúbicos diarios al sistema en varios días, superando las expectativas iniciales. Este incremento en la producción contribuye a fortalecer la balanza energética del país, que acumuló un superávit de USD 3.157 millones hasta agosto, con proyecciones que podrían acercarse a los USD 4.000 millones a fin de año si se concluyen las obras de reversión del Gasoducto Norte.
Si bien la producción fue destacada, los resultados pudieron haber sido mayores si se hubieran completado en tiempo las plantas compresoras de Tratayén y Salliqueló, cuyos retrasos se debieron a cambios administrativos. La planta de Tratayén comenzó a operar en julio, mientras que Salliqueló se encuentra en su fase final de pruebas.
El impacto del GPNK no solo se refleja en la producción, sino también en la economía. Se estima que, entre septiembre de 2023 y octubre de 2024, el gasoducto generará un ahorro de USD 3.500 millones en importaciones, ayudando a mejorar las cuentas fiscales y reducir el déficit energético.
Este incremento en la producción también remite a los niveles alcanzados hace dos décadas, cuando las exportaciones a Chile llegaban a 25 millones de metros cúbicos diarios, antes de que el gobierno de entonces implementara restricciones para asegurar el abastecimiento interno.
