La primera etapa del Gasoducto Néstor Kirchner, que transporta gas desde Tratayén en Neuquén hasta Salliqueló, fue crucial para la recuperación del autoabastecimiento energético en Argentina y para el crecimiento en la exportación de hidrocarburos. La segunda etapa del proyecto tenía como objetivo conectar Salliqueló con San Jerónimo, en Santa Fe, llegando al punto nodal del sistema de gasoductos.
Según un artículo publicado por el sitio digital “La Política Online” (LPO), en el que afirman haber tenido acceso a documentos internos de la empresa Enarsa, el Gobierno Nacional estaría evaluando un cambio en la traza buscando redirigir el tramo desde La Pampa hasta Córdoba, lo que representaría un nuevo golpe financiero para la Provincia de Buenos Aires luego de la reciente decisión de trasladar la planta de GNL de Petronas desde Bahía Blanca a Río Negro.
Los argumentos expuestos en los documentos filtrados estarían vinculados a cuestiones ambientales y, siempre de acuerdo a lo publicado por el portal digital LPO, advierten que en la traza que atraviesa el territorio bonaerense se vería afectada la vegetación arbustiva y las áreas de descanso para la fauna local. Sin embargo, ex funcionarios de Enarsa habrían definido estos argumentos como insuficientes, ya que los estudios de impacto ambiental y social ya se habían completado y las expropiaciones necesarias estaban firmadas. Hasta el momento, no se ha dado a conocer información oficial al respecto.
Para los expertos del sector, la modificación de la traza parece más un castigo político hacia la administración provincial que una necesidad técnica. Los beneficios de que el gasoducto pase por una provincia incluyen regalías, desarrollo industrial y generación de empleo, por lo que este cambio podría tener implicaciones económicas significativas para Buenos Aires.
