El comunicado
Memoria: El Trigo, El Pan y El Gobierno
A más de 3 años del mayor conflicto que protagonizó el sector agropecuario, corresponde hacer un análisis de los resultados que hoy palpamos como consecuencia de las políticas agropecuarias que desde aquel entonces viene desarrollando el gobierno nacional. En este sentido podemos tomar como referencia el caso del trigo, por ser realizado en zonas marginales de nuestro país, generalmente por productores pequeños o medianos y en situaciones donde el rol de la rotación y la cobertura que deja el cultivo son fundamentales para la sustentabilidad ambiental de los sistemas productivos.
Dentro de las acciones que generaron la actual situación, debemos enumerar algunas, las de mayor impacto, aunque no son las únicas, a saber:
Cierre de Exportaciones: hace varios años que las exportaciones de trigo están cerradas y sólo se autorizan embarques puntuales y cuotificados a cinco empresas exportadoras (extranjeras en su mayoría), que compran el trigo a los productores a 75 centavos por kilo y lo venden a más de 1 peso.
Defensa de los consumidores: Aunque parezca mentira, un día la Presidenta dijo que tomaba estas medidas para defender “la mesa de los Argentinos”, desde aquel entonces el precio que recibe el productor por su trigo es el mismo, pero el precio del pan aumento de $2,5 /kg. a $9 /kg.
Panaderías: a pesar de las promesas que aseguraban que el precio de la harina no aumentaría, los panaderos han registrado un aumento ininterrumpido del precio de la bolsa de harina, que en los últimos meses paso de $50 a mas de $70. Párrafo aparte para lo que ocurre con el suministro que genera faltante permanente del principal insumo que necesitan las panaderías, ya que los molinos en vez de abastecer correctamente al consumo local exportan la harina porque les resulta mas rentable.
Defensa de la industria nacional: los recursos que recibió la industria molinera a través de los subsidios multimillonarios del gobierno, figuran entre los más importantes del conjunto de subsidios que se han otorgado. Si vemos el detalle de cómo se repartieron, se repite la constante que muestra que: los molinos chicos (generalmente diseminados en el interior) perdieron competitividad frente a los grandes molinos (ubicados en grandes centros urbanos) y que han recibido la gran parte de estos recursos.
Subsidios a la producción: La respuesta del Estado Nacional a los reclamos referentes a impuestos a la producción, es siempre un sistema de subsidios que vendrían a solucionar los problemas de competitividad. Pero ¿porqué sacarle a todos y devolverle a algunos y no hacerlo mas sencillo?: sacarle a quienes mas tienen, dejando al margen a los mas débiles de la cadena. La realidad, que es la única verdad, confirma que estos mecanismos están plagados de corrupción y son elementos perfectos para hacer política gatopardista, basta ver como las autoridades nacionales desembarcan en nuestras localidades, armando actos resonantes donde reparten las migajas de la torta que se llevaron, bajo la mirada complaciente de nuestra dirigencia local, y se van con la foto del chacarero de bombacha y alpargatas… en algunos casos (ver nomina de beneficiarios).
En definitiva, hoy los productores estamos en igual situación que hace varios años, los panaderos y consumidores afectados por el aumento de la harina y el pan, los grandes exportadores y molineros con ganancias extraordinarias, y el gobierno nacional con la satisfacción de haber logrado el objetivo: sacarle importantes recursos al interior, de los cuales una parte insignificante retorna en la mano tendida de algún funcionario nacional, que al pasar por el arco ya comienza a recibir los aplausos y las condecoraciones de nuestra parte.
